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martes, 26 de abril de 2011

Un hombre es todos los hombres....


JUAN CARLOS MIESES PRESENTA AL GENERAL SOTO JIMÉNEZ EN LA TERTULIA DE SANTUARIO

Un hombre es todos los hombres, afirmó una vez un sabio llamado Borges. El aforismo no define ni pretende definir lo que es un ser humano. Subraya lo que hay de fundamental en cada uno de nosotros; lo que es compartida por cada representante de la especie humana.

Y es que pretender definir al Hombre, con mayúscula, es una tarea tan difícil como tratar definir a un individuo en particular. Ya lo sabía, pero volvía volví a darme cuenta cuando quise escribir una sencilla reseña para presentar antes ustedes a este dominicano ilustre, diverso y sorprendente que hoy se sienta con nosotros, el general José Miguel Soto Jiménez. Y me dije que si bien podemos poner en duda la afirmación de Borges, lo que sí es cierto es que un hombre es muchos hombres a la vez.

Mi primera impulso fue presentar al general Soto Jiménez a gracias a la enumeración de sus logros, que son muchos; gracias a su biografía tan llena de éxitos y gracias a su variada y abundante bibliografía que va desde la poesía a la reflexión social y filosófica, pasando por la crónica militar y la historia; pero después de reflexionar me dije que sería un esfuerzo inútil, ya que el todo nunca es igual a la suma de sus partes, especialmente cuando se trata de describir a un poeta, a un historiador, a un general, a un pensador, a un hombre público, a un amigo como el general José Miguel Soto Jiménez.

Un hombre que no se contenta -como muchos de nosotros- con tener una idea del mundo, que la tiene, ni siquiera con tomar posición ante el mundo, que la toma, sino que trata de encontrar, como un moderno y humilde Arquímedes, un punto de apoyo que le permita mover, si no el mundo, que es mucho pedir, al menos nuestra realidad dominicana y encauzarla por rumbos más halagüeños.

Y si le apasiona el pasado es porque piensa como Don Miguel de Unamuno que: “con la madera de los recuerdos, construimos nuestro futuro” y porque desea participar en la construcción de nuestro porvenir.


Y ese porvenir el general José Miguel Soto Jiménez lo sueña con los ojos abiertos, con el corazón entusiasta y con los brazos listos para el trabajo duro, constante y productivo. No para ir en busca de una gloria vana y egoísta, sino porque sueña con una prosperidad que pueda ser compartida por todos nosotros.

No se pregunta de cuántos o de cuáles privilegios puede disfrutar, sino que pone en riesgo su propio bienestar y se lanza al campo de batalla de las ideas y de las acciones, con la esperanza y con el propósito de contribuir a la creación de una sociedad mejor, de un dominicano mejor, como si quisiera ver realizada la profecía del poeta y visionario Máximo Avilés Blonda:

Porque habrá un día de sol para todos
Porque habrá un día de alimentos compartidos
De entendimiento junto al mantel
De comprensión sobre el escritorio,
De cariño sobre las espadas
De caricias bajo las piedras que vuelan
De estrecharse las manos sobre los platos de los granos cocinados…


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